Remembranza de la historia colombiana
- Admin
- 11 jul 2019
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Los estudiantes de grado sexto y séptimo se unen para remembrar hechos históricos a través de una izada de bandera. Gestas que nos brindaron la oportunidad de re-definirnos como un país libre y multicultural. Este próximo 14 de agosto del presente año en curso, los invitamos a participar con muestras artísticas y culturales. Los esperamos.

A continuación usted podrá encontrar toda una serie información de sobre la izada de bandera y un resumen del contexto histórico tras este evento educativo.
“La escuela es el bastión de lucha, donde se forman los futuros ciudadanos integrales, lideres capaces de promulgar y exigir sus derechos como ciudadanos”
Atte. Bustos
Para esta ocasión te presentamos un resumen sobre los acontecimientos tales como: El 20 de julio y la batalla de Boyacá.
Reseña Histórica del 20 de Julio de 1810 - Independencia de Colombia

Nadie sabía exactamente qué iba a pasar el 20 de julio de 1810, pero se podía percibir una atmósfera de que algo ocurriría. Fue un viernes, día de mercado y todo el pueblo caminaba por las calles de Santa Fe. Ese día se dieron sucesos determinantes que cambiaron la historia de lo que hoy conocemos como Colombia.
Sin embargo, hoy en día es claro que lo que sucedió este día no fue un hecho espontáneo como aquellos que habían caracterizado la vida política colonial. Fue la consecuencia de varias circunstancias.
Los criollos tenían razones de fondo, que el 20 de julio se convirtieron en la gota que rebosó la copa. En las juntas realizadas entre 1808 y 1810, a pesar de que los criollos fueron invitados, la representación era mínima: entre 36 peninsulares, había 9 americanos. Esto hizo que los criollos por primera vez pensaran en la posibilidad de acatar un Estado-Nación.
Esto hizo que en América se buscara o una mayor representación o una mayor autonomía, e incluso Independencia de la metrópoli. Ya en 1809 se habían producido los primeros gritos de libertad, en lo que hoy es Ecuador y Bolivia.
En la Nueva Granada se habían gestado de manera similar, y ciudades como Cartagena y Mompos habían conformado juntas independentistas que buscaban mayor autonomía e incluso, una independencia absoluta de España.
En la provincia de Santa fe se había creado una junta de notables integrada por autoridades civiles e intelectuales criollos. Estos comenzaron a realizar reuniones sucesivas en las casas de los integrantes y luego en el observatorio astronómico, cuyo director era Francisco José de Caldas, los principales personeros de la oligarquía criolla eran: José Miguel Pey, Camilo Torres, Acevedo Gómez, Joaquín Camacho, Jorge Tadeo Lozano, Antonio Morales, entre otros.
La junta de notables propuso entonces crear un incidente con los españoles, a fin de crear una situación conflictiva que diera salida al descontento potencial que existía en Santafé contra la audiencia española.
Lo importante era conseguir que el Virrey, presionado por la perturbación del orden, constituyera ese mismo día la Junta Suprema de Gobierno integrada por los regidores del Cabildo de Santafé.
Don Antonio Morales manifestó que el incidente podía provocarse con el comerciante peninsular don José González Llorente y se ofreció "gustoso" a intervenir en el altercado. Los notables criollos aceptaron la propuesta y decidieron ejecutar el proyecto el viernes, 20 de julio, fecha en que la Plaza Mayor estaría colmada de gente de todas las clases sociales, por ser el día habitual de mercado.
Se convino que un grupo de criollos (encabezados por Pantaleón Santamaría y los hermanos Morales) fueran el día indicado a la tienda de Llorente a pedirle prestado un florero o cualquier clase de adorno que les sirviera para decorar la mesa de un anunciado banquete en honor a otro criollo destacado, Antonio Villavicencio. En el caso de una negativa, los hermanos Morales procederían a agredir al español.
A fin de garantizar el éxito del plan, si Llorente entregaba el florero o se negaba de manera cortés, se acordó que don Francisco José de Caldas pasara a la misma hora por frente del almacén de Llorente y le saludara, lo cual daría oportunidad a Morales para reprenderlo por dirigir la palabra aun "chapetón" enemigo de los americanos, e iniciar el incidente.
Ante el préstamo del Florero Llorente se negó, pero su negativa no fue dada en términos despectivos o groseros. Se limitó a explicar diciendo que de muchas veces había prestado el florero y que estaba maltratando y por lo tanto, perdía su valor.
Entonces intervino Caldas, quien pasó por frente del almacén y saludó a Llorente, lo que permitió a don Antonio Morales, iniciar y formular duras críticas hacia Llorente.
Mientras tanto los principales conjurados se dispersaron por la plaza gritando: ¡Están insultando a los americanos! ¡Queremos Junta! ¡Viva el Cabildo! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Mueran los bonapartistas! La ira se tomó el sentir del pueblo.
Indios, blancos, patricios, plebeyos, ricos y pobres empezaron a romper a pedradas las vidrieras y a forzar las puertas. El Virrey, las autoridades militares y los españoles, contemplaron atónitos ese súbito y violento despertar de un pueblo.
Pero dicha revolución no tuvo entonces las proyecciones que eran de esperarse porque gran parte de los que intervenían eran indios y habitantes de las poblaciones de la Sabana, que debían regresar a sus pueblos.
Entonces Acevedo Gómez, uno de los jefes de la oligarquía criolla, reunió al Cabildo y construyó la famosa Junta de Gobierno con la cual sustituiría el virreinato, firmando el Acta de Independencia.
La llamada "Acta de Independencia" de Santa fe no era realmente una declaración propiamente de independencia, como otras "actas de independencia", como la que se promulgó en la ciudad de Mompos (del 6 de agosto de 1810) que sí buscaron una real independencia de España.
Según el historiador colombiano Germán Mejía, "El 20 de julio es un movimiento bogotano, local, que consistía en definir lo que iba a ser el territorio de la Nueva Granada. Es el triunfo del centralismo sobre la realidad de las provincias de principios del siglo XIX. Los criollos tuvieron el papel de construir la primera República.
El 20 de julio que nosotros entendemos hoy en día es el fabricado a finales del siglo XIX y no lo que sucedió a comienzos de este siglo".
Batalla de Boyacá

La batalla de Boyacá fue la confrontación bélica de la guerra de independencia de Colombia que garantizó el éxito de la Campaña Libertadora de Nueva Granada. Este acontecimiento tuvo lugar el día 7 de agosto de 1819 en el cruce del río Teatinos, en inmediaciones de Tunja. La batalla finaliza con la rendición en masa de la división realista, y fue la culminación de 78 días de campaña iniciada desde Venezuela por Simón Bolívar para independizar el Virreinato de Nueva Granada.
El sábado 7 de agosto en la mañana, el ejército realista desde Motavita inició su desplazamiento hacia Santafé. Su objetivo era llegar a la capital para unir sus fuerzas con las del virrey Sámano y organizar un frente militar contra Bolívar y el ejército independentista. Escogieron la vía por el puente de Boyacá en el Camino Real, con dirección a la capital del virreinato. Advertido de este movimiento, Bolívar ordenó la marcha de su ejército, también hacia el puente de Boyacá, dispuesto a tomarlo para impedir a Barreiro su desplazamiento hacia la capital neogranadina.
Las dos fuerzas se encontraron en el campo de Boyacá. El ejército independentista estaba conformado por 2.850 combatientes al mando del general Simón Bolívar. La vanguardia rebelde estaba comandada por el General Francisco de Paula Santander y la retaguardia, por el general José Antonio Anzoátegui. El general Carlos Soublette era el jefe del estado mayor.
Las tropas rebeldes estaban compuestas en su mayoría por neogranadinos y los venezolanos. Sus integrantes eran criollos, mestizos, mulatos, zambos, negros e indígenas, generalmente personas pobres, escasas de alimentos y mal vestidos, considerados por las autoridades realista como insurgentes. El ejército tuvo mucho apoyo popular de los granadinos, y en especial de los campesinos de Tunja.
Por su parte, el ejército realista estaba conformado íntegramente por tropas nativas americanas, unos 2.670 soldados, de los cuales 2.300 eran de infantería, 350 de caballería y 20 de artillería. Este pertenecía a la tercera división del Ejército Expedicionario creado en Nueva Granada. Su comandante era el brigadier José María Barreiro; el jefe del estado mayor, el coronel Sebastián Díaz, y la vanguardia estaba al mando del coronel Francisco Jiménez.
Desde el alto de San Lázaro en Tunja, Bolívar y el estado mayor observaron los movimientos del ejército realista. A las 10 de la mañana ordenaron impedir el paso por el puente de Boyacá, en el cual confluyen los dos caminos: el de Samacá, utilizado por los realistas desde Motavita y el Camino Real, utilizado por los independentistas.
A las 2 de la tarde la descubierta del ejército patriota, encomendada al capitán Andrés Ibarra con sus jinetes, descendió del boquerón de El Tobal y llegó hasta la Casa de Teja y sus alrededores, donde se enfrentó a la vanguardia realista que estaba en pleno almuerzo. El general Francisco de Paula Santander inició con la vanguardia el combate, y puso en retroceso a la vanguardia realista hasta el puente de Boyacá, donde estaba fuerte en la orilla opuesta del río Teatinos.
En ese momento llegó al campo de Boyacá el grueso de la división de Barreiro por el camino de Samacá y se enfrentó a la retaguardia de Bolívar comandada por el general José Antonio Anzoátegui. En esos momentos llegó a la Casa de Teja Bolívar, quien se ubicó en una colina equidistante entre el puente y la casa. Así dice el coronel Antonio Obando en sus Apuntamientos para la historia: "El general Bolívar con nuestra retaguardia siguió el movimiento de Barreiro y se formó un frente al lado opuesto del río". A las 3 de la tarde la acción militar era intensa en dos combates simultáneos: las dos vanguardias en los alrededores del puente y el grueso de los ejércitos en la planicie hacia el camino de Samacá. Las fuerzas patriotas tenían unidad y facilidad en las comunicaciones; en cambio, las realistas estaban incomunicadas y separadas por el Teatinos y la vanguardia rebelde.
Por su parte, el coronel Juan José Rondón con sus lanceros de Llano Arriba recibió la orden de atacar por el centro al ejército realista.
Mapa del campo de batalla.
Simultáneamente, Santander ordenó a los guías de Casanare, guiados por José María Ruiz, pasar al riachuelo Teatinos para volver por la espalda a la vanguardia realista. Los patriotas treparon por los escarpados lugares llenos de matorrales y se presentaron de improviso para envolver por la espalda a la vanguardia realista comandada por el coronel Francisco Jiménez. Dos escuadrones de realistas se enfrentaron a los llaneros, pero fueron derrotados. El general Santander aprovechó el desconcierto del enemigo para lanzar sobre el puente de Boyacá a los batallones Cazadores y Primero de Línea, comandados por los tenientes coroneles Joaquín París Ricaurte y Antonio Obando. La vanguardia patriota pasó a la orilla derecha del río Teatinos o Boyacá y se tomó el puente, el objetivo del combate.
El general Barreiro se mantuvo a la defensiva. Trató de rehacer su infantería en otra altura, pero la rapidez de las tropas patriotas les cerró el paso, por lo cual la retaguardia realista, cercada por todas partes, decidió rendirse. Así mismo se rindió la vanguardia realista ante la fuerza militar de la patriota, con su comandante Santander, considerado el 'Héroe de Boyacá'. Los jefes españoles y la división realista casi al completo, unos 1.600 soldados de tropa americana, fueron hechos prisioneros.
La batalla terminó a las 4 de la tarde del 7 de agosto de 1819. Apenas murieron más de 100 realistas, entre ellos el coronel Juan Tolrá y el comandante Salazar, y 150 quedaron heridos. De los patriotas murieron 13 soldados, entre ellos el capellán de la vanguardia, fray Ignacio Díaz, y 53 quedaron heridos.
Con este enfrentamiento culminó la Campaña Libertadora de 1819, realizada en su corto período de 78 días, desde el 23 de mayo, cuando Simón Bolívar expuso el plan en la aldea de los Setenta ante los jefes del ejército patriota, siguiendo un itinerario militar desde los llanos de Casanare, la cordillera de los Andes y las tierras de la antigua providencia de Tunja, el cual culminó en el puente de Boyacá.
Posteriormente te presentaremos un recuento de lo acontecido en la izada de bandera con imágenes y vídeos. Se espera que le sea muy útil y de su agrado.
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